Riesgos de los medicamentos contra la calvicie
En los últimos años se han comercializado algunos medicamentos contra la pérdida de cabello, que en realidad no curan la calvicie (a la fecha, no hay ninguna cura para esa enfermedad), sino solo —en el mejor de los casos— retrasan en algo el avance de la alopecia. Sin embargo, los riesgos de los medicamentos contra la calvicie existen y pueden ser de moderados a graves.
Los medicamentos contra calvicie más comunes son Finasteride y Minoxidil. Ambos tienen un efecto positivo limitado y deben utilizarse únicamente cuando la calvicie es incipiente, por lo que no sirven de nada si la pérdida de cabello está en fases más avanzadas.
Lo que hacen estos fármacos es retrasar la caída del pelo; no estimulan el crecimiento de cabello nuevo ni lo regeneran, por lo que no podrás recuperar el pelo perdido con estos medicamentos. Además, otro inconveniente de usar Finasteride y Minoxidil es que crean una especie de dependencia, pues si dejas de consumirlos, el pelo que debiste haber perdido mientras tomabas estos medicamentos, se caería.
En este contexto, es importante recordar que el único tratamiento con el que sí podrás recuperar tu cabello perdido de forma permanente es el microinjerto de cabello.
Los riesgos de tomar estos medicamentos contra la calvicie como Finasteride y Minoxidil, casi nunca mencionados, pueden incluir los siguientes efectos secundarios:
Monoxidil
- aumento de peso;
- hinchazón de cara, manos, tobillos o abdomen;
- dificultad para respirar al acostarse;
- taquicardia;
- dolor en el pecho;
- respiración dificultosa.
Finasteride
- depresión;
- picor, erupción y/o urticaria;
- sensibilidad en los senos;
- crecimiento de los senos;
- hinchazón de cara o labios;
- eyaculación dolorosa;
- dolor en los testículos;
- disfunción eréctil.